Los canadienses... me hacen poner cara contrariada. Cuando pienso en ellos pienso en el frío y hacen que no esté muy de acuerdo con que se trata de uno de los países mejores para vivir. Luego veo esta casa y se derrumban mis argumentos. Y es entonces cuando me gustaría vivir en un lugar donde haga frío de verdad. Quizá, también, en el fondo de mis entrañas todo responda a una necesidad económica. ¡¡Quiero muchas casas para poderlas decorar en respuesta al clima y el entorno!!
En fin, me he encontrado con esta casa ubicada, como os he dicho, en algún bosque canadiense. Y es que la madera es la reina de los materiales de obra. Extrema calidez en el invierno y frescor de la naturaleza en verano. ¿Qué os parece?
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