¿Habéis pensado en alguna ocasión en rescatar las viejas maletas familiares y darles una segunda oportunidad? Y no estamos hablando de usarlas para nuevos viajes o desplazamientos, sino para darle un aire vintage a nuestro hogar de una forma práctica, estilosa y barata.
Hacernos con unas maletas antiguas, bien sean de herencia o adquiridas en mercadillos de segunda mano, puede brindarnos la oportunidad de no tener que gastar dinero de más a la hora de confeccionar las mesillas de noche de nuestro dormitorio. De una manera original les vamos a dar una segunda oportunidad customizándolas con nuestras telas favoritas, los colores que mejor nos vayan o simplemente desempolvándolas. ¿Qué os parece?
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