Ahorrar agua, luz, reciclar hasta el papel de un chicle,
poner placas solares, comer únicamente comida orgánica… todo suma, no hay duda.
Pero no es justo que nos echemos a las espaldas toda la responsabilidad
sobre la salvación del planeta. Debemos pensar que por encima nuestro, y a un
nivel infinitamente mayor, se encuentran multinacionales y arraigadas bandas
organizadas que día a día fulminan bosques y fauna, y contaminan el aire y el agua del mar.
Estos ecoterroristas
que actúan en dimensiones internacionales de manera irreversible e immune deben
hacernos reflexionar sobre la importancia de actuar en base a una actitud verde y sin culpabilidades. Granito a granito y uno más uno, el nuevo año se torna un momento idóneo para lanzarnos de lleno a resolver nuestras deudas en
materia ecológica, trabajando por un mundo más firme y libre. Son infinitas las
acciones que podemos llevar a cabo para ayudar al medio ambiente sin necesidad
de hacer grandes esfuerzos; con pequeños gestos cotidianos podemos marcar la
diferencia y salvar a el mundo frente al acecho de la locura.
Apuesta
por el día a día
Modificar pequeños
hábitos es básico para alivianar nuestra huella carbónica. Igual que sucede
con los diferentes propósitos que nos planteamos, bien sea aprender una nueva
lengua, dejar de fumar o volver al gimnasio (si es que alguna vez fuimos), la
clave del éxito dependerá en un altisimo porcentaje, en que las acciones sean
realistas.
De poco o nada
serviría ponernos difíciles metas si después no somos capaces de resisitir ni
tan siquiera un par de semanas, habiendo dejado nuestro ideal de mundo mejor en
una mera utopia. Así, lo mejor es ser sensato, introducir en nuestra vida
cambios necesarios pero con los pies sobre la Tierra. Traducido a
sostenibilidad: caminar, desplazarnos en bicicleta, compartir trayectos en
coche, utilizar el transporte público, decorar con muebles reciclados, o tener 4 cubos de reciclaje.
Ser tajanate a la
hora de imprimir lo menos posible y a doble cara y en general, de utilizar
exclusivamente papel reciclado o mejora aún, de no utilizarlo; son objetivos
realistas que podemos realizar sin derramar sudor.
Este nuevo año va a
estar repelto de oportunidades para poner nuestro granito de arena y trabajar
por un mundo mejor, con algo tan sencillo como una actitud responsible con la
Naturaleza. Ello es, razonablemente, consumir y elegir con cabeza.
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