El oro se ha convertido últimamente en un color con acento. De manera lenta y segura, esta elección ha llegado a las estancias infantiles. Pero, ¿cómo se hace exactamente para decorar con oro sin tener que atravesar el umbral de la ostentosidad? O... ¿terminar con algo que parezca demasiado vulgar?
Aquí van cinco pautas sencillas para ayudar, incluso a los padres más desastre, a aproximarse a un diseño contemporáneo, con clase, y lindo. ¿Os atrevéis? ¿Qué colores os gustan más para las habitaciones de los niños?
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