El pasado fin de semana descubrí un nuevo local en la ciudad. Me sorprendió cómo habían aprovechado los bloques de cementos sobrantes de la reforma para organizar el jardín. Y la verdad es que me gustó mucho cómo quedaban.
Utilizados entre frondosas enredaderas, entremezcaldas con flores de temporada, o simplemente como separadores de paso, las opciones son infinitas. No pesan demasiado, pero lo justo para darle una aspecto consistente a nuestras creaciones. Además se pueden pintar del color que más te gusten. ¿Qué haríais con estos bloques de obra?
No hay comentarios:
Publicar un comentario