Parece que corren tiempos de cambio en el diseño de refugios de montaña. Lo que antes era una tendencia hacia pequeñas y escuetas casas, ahora se ha convertido en un movimiento de micro-casa de lujo. Ejemplo de ello es el trabajo de los arquitectos españoles Churtichaga + Quadra Salcedo. Situado en un prado abierto a pocas decenas de kilómetros de Madrid, la pequeña estructura abarca un estilo fresco de estilo minimalista pero con un toque exclusivo.
En estos 150 metros cuadrados de construcción, Churtichaga + Quadra Salcedo se topan contra una colina baja, recreando un refugio diseñado para llevar la naturaleza que lo rodea lo más cerca del interior posible.
Vigas superpuestas de madera de gran volumen en la ranura exterior, dejan un espacio vacío en el centro de la estructura rústica rectangular albergando el área de la familia, que es el corazón de la casa. Dos terrazas en voladizo abierto sobresalen para enfrentar las montañas hacia el Este y el paisaje abierto a Occidente. En cada extremo de la casa se ubican los dos dormitorios de madera forrada y el área de estudio. Escaleras de madera conducen a la planta inferior de disposición abierta que se encuentra parcialmente sumergida; lugar que sirve como espacio de lectura, zona de ocio o una sala de invitados extra.
Se trata de un pequeño refugio a las afueras de un pequeño poblado de la provincia de la castellana provincia de Segovia, bien ideado para una familia de arquitectos. Cada centímetro del edificio de dos plantas es un homenaje a las llanuras españolas circundantes. La familia compró la parcela de tierras segovianas hace 15 años , y después de unos cuantos años de contemplación, decidió construir un pequeño refugio que refleja no sólo la sencillez de un estilo de vida minimalista, sino también el color del paisaje castellano, ya que éste cambia con el transcurrir de las estaciones.
Gracias a Dezeen y al fotógrafo Fernando Guerra
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